Job 33:27 "El mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado, 28 Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz. 29 He aquí, todas estas cosas hace Dios Dos y tres veces con el hombre, 30 Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes".
Este pasaje nos muestra al Todopoderoso Dios, trabajando y ocupado en una supervisión especial a los hijos de los hombres, dándonos a entender la iniciativa amorosa de Dios, en buscar, mirar, tender la mano a la humanidad que está caída en el pecado y en las desdichas de este mundo. Él te está observando, te está buscando, te está llamando a ti ahora mismo, a través de la lectura de este mensaje, cada día lo hace, en distintas formas y maneras. Dios quiere tu bien... Ahora, ¿Cómo podrías recibir los beneficios eternos de la salvación? El texto dice: "al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado, .." Es decir, que a través de una confesión de reconocimiento delante de Dios.
Dile que has vivido hasta hoy haciendo lo malo ante sus ojos, y no solo eso, sino que lo has hecho en una abierta y deliberada rebelión contra Dios y su voluntad, al pecar; desafiando a Dios, haciendo ver lo malo bueno, que las tinieblas son luz, en pocas palabras, has manchado tu vida, te has desviado de la senda justa, y lo más lamentable es que ¡DE TODA ESTA VIDA, DE PECADO NADA ME HA APROVECHADO!
¿Qué provecho has sacado de tus infidelidades conyugales? ¿Qué bienestar tienes en andar en la delincuencia? ¿Qué felicidad te ha producido andar todo el día borracho? ¿Qué alegría duradera te ha producido la mentira? El pecado en ningunas de sus manifestaciones produce bien, no trae felicidad.
Confiésale allí mismo donde estás, a Dios que el pecado solo ha traído tristeza, ruina moral y espiritual, y de todo tipo. Dile que lo lamentas y que estás arrepentido profundamente de haber vivido fuera de su voluntad. Recibe hoy, a Jesucristo como tu único y suficiente salvador, y el Espíritu Santo comenzará, te llenará de consuelo y paz, no lo dejes para después, abre tu boca.
Hermano Ronny Morillo
Evangelista
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