Parábola de los Talentos (Reflexión)

Un talento (una unidad de peso) era una moneda de oro hebrea, empleada como moneda para el intercambio legal. En esta parábola Jesús hace referencia a que debemos de aprovechar y multiplicar los dones (talentos) que nos ha brindado. A través de esta parábola nos expresa que un hombre se preparaba para un viaje, y distribuyó su fortuna en tres criados (siervos) conforme a sus capacidades.

Ahora bien, para los tres casos expuestos, su señor los llama siervos. En el primero, tuvo 5 talentos, que multiplicó en 5 más. En el segundo, tuvo 2 talentos, que multiplicó en 2 más. Finalmente, el tercero, tuvo 1 talento, que escondió por miedo a su señor, conociendo que es señor que recoge donde no sembró. En estos casos, nos expresa como los primeros dos siervos, multiplicaron (en doble) lo que se le había confiado, fueron e hicieron negocios, y obtuvieron ganancias, mientras que el tercero escondió el suyo en tierra, no busco multiplicarlo sino que lo guardo para sí mismo (por miedo).

“Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses”. (V.27). Este “siervo” recibió la justa retribución por su negligencia. “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”. (V.30). El único talento que tenía este “siervo” le fue quitado, y dado al que tenía más.

Con esta enseñanza, nos hace pensar que debemos escudriñar nuestra vida, y determinar que áreas, o dones, son los que el Señor desea que desarrollemos a lo largo de nuestro ministerio. Hay talentos que el Espíritu Santo depósito en ti y en mí, para él glorificarse, que necesitan crecer y desarrollarse en nuestra vida. De una u otra manera debemos de activar ese talento al servicio de Dios y de nuestro prójimo. Por eso ve tus manos, ¿Qué tienes en ellas?, ¿Qué te ha dado Dios? ¿Estás cumpliendo con tu ministerio? 

Sea cual sea tu respuesta, Dios quiere comenzar a moldearte y crear en ti ese instrumento que él desea usar, justo con los dones que ya deposito en ti. Joven, niño, adulto, Resplandece!. Si es en la oración e intercesión, en el ministerio de los niños, de jóvenes, en el de la predicación, o tal vez evangelismo, sea cual sea, multiplica y haz crecer esos Talentos. No seas como el siervo malo y negligente, que lo guardo, y, por lo tanto, no pudo entrar al gozo de su señor (V.23).

Aunque sea pequeño, no lo escondas; “porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene, le será quitado”. (V.29).

Tomado de: http://meditacionesjr.blogspot.com/2008/04/parbola-de-los-talentos-mateo-2514-30.html
http://www.hallvworthington.com/spanish/sfoxtalent.html
https://bible.org/node/21686

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