Proverbios 1:7 "El Principio de la Sabiduría es el Temor a Jehová; Los insensatos desprecian la Sabiduría y la Enseñanza"
SABIDURÍA se define como una función de la mente educada, que proviene del Señor y se relaciona con la obediencia de sus mandamientos.
Me llama mucho la atención porque dice "función de la mente educada..." así que a través de ella y bajo la dirección del Señor podemos educarla.
Ahora bien para los que deseen comenzar a tener sabiduría es indispensable practicar el temor a Dios. Esto esta relacionando con la reverencia, respeto y fidelidad a El. Este es el primer paso.
La Escritura nos revela en los libros de Proverbios y Eclesiastes que la sabiduría trae muchos beneficios para nosotros. Si recordamos, fue el Rey Salomon que a través de la inspiración divina, escribió estos libros. El le pidió al Dios "Sabiduria" y este se la concedió. Asimismo, dice la Palabra que Dios nos la dará sin reproche si se la pedimos.
"... Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza". El mundo que conocemos a tratado de vendernos una sabiduría adulterada fuera del primer paso, osea, el temor a Jehova.
Esta sabiduria que habla la Escritura se refiere a la contenida en las páginas de la Biblia, centrada en la Verdad y que desciende de los cielos. Esa que la raza humana necesita para convivir, comportarse y llevar su vida, que SOLO proviene de Dios.
El hombre, como cabeza del Hogar, requiere la Sabiduría de Dios, para dirigir y llevar a cabo buenas decisiones en pro del bienestar familiar, social y espiritual. Nosotras las mujeres, también la necesitamos. Escrito está "La mujer sabia edifica su casa, más la necia (contraparte) con sus manos la derriba". En la actualidad, observamos familias destruidas, matrimonios acabados, hijos rebeldes, abandono de los padres y un sin fin de tragedias que causan dolor en los corazones de padres e hijos, y la mayoría fueron por la toma de decisiones fuera de los parámetros de Dios. No hubo una consulta a la Voluntad de Dios, es por ello que ambos necesitan la Sabiduría que viene de Dios, y no de sus deseos o anhelos.
"Señor, se que no soy perfecto/a, pero he entendido que necesito de la Sabiduría que proviene de ti. Enséñame a dirigir mi hogar, que tome buenas decisiones y que no estén basadas en mis sentimientos, ni emociones; sino que todo sea pasado por el filtro de tu Palabra, que es la Verdad. Gracias Señor, en tus manos me dispongo, amen."
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