¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? Isaías 58:6
Nos vamos a encontrar con situaciones que van a tratar de ligarse a nosotros, incluso podríamos hablar de cosas y personas. Una persona que esté dominada por algún vicio, a la pornografía, sexo, celos, ira, odio, comer demasiado, apuestas, rencor y falta de perdón, ha caído en una ligadura. Aunque sean esas ataduras invisibles, son tan fuertes como una roca. Pero escrito está “No es mi palabra como fuego, dice Jehová y como martillo que quebranta la piedra”. (Jer. 23).
En la Escritura que leímos al principio nos señala, que a través del ayuno es posible desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo. Pero queremos hacer hincapié en desatar las ligaduras de impiedad. Si bien, impiedad es un sinónimo de Iniquidad y la Iniquidad es un pecado repetido que se transmite de una generación a otra, es una situación delicada si nos mantenemos atados a algo o alguien, porque no solo va a dominar nuestra vida sino que va a tener alguna repercusión sobre nuestros hijos.
Una persona puede ser completamente sana y se puede ver bien, pero quizás tenga una atadura en su vida. Es ese sentimiento de carga, culpa y dependencia, que puedes llegar a disfrutarlos por momentos, pero sabes que te destruye la vida. Que círculo más vicioso y letal. Pero esta carga viene por personas, situaciones y maneras de pensar.
No existe una ligadura de alma más fuerte que la ocurre durante el acto sexual. Ya que no solamente se hace uno con otra persona, sino que puede haber una transferencia de espíritus malignos. Por eso, es que hay muchos que al iniciar su vida sexual comienzan a tener cambios de humor y hasta de actitud.
“No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma”. Proverbios 22:24-25
Muchas son las formas en que las personas pueden atarse, pero hay uno que desea que vivas en libertad, tanto o más de lo que lo has deseado tú y ese es Dios. Esas ligaduras impiden que se cumpla su propósito en tu vida. Pero debes reconocer en donde has caído, que nos somos suficiente buenos ni fuertes para dejar esos vicios que atan nuestra alma. La obra de Jesús rompe cualquier paradigma. Su obra es tan completa cuando dijo “Consumado es…“Fueron rotas todas las cadenas. Dios, a través de su Hijo Amado, nos trajo buenas noticias:“El Espíritu de Jehová, el Señor, está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel" Isaías 61:1
El Señor sabía que siendo seres emocionales sería sencillo unirnos a personas y que esto impactaría de tal manera nuestra vida, que observamos muchas lastimadas y otras que decidieron por el suicidio. Pero “para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del Diablo (1 Juan 3:8).
Hay dos uniones que la Biblia aprueba y ellas son: El pacto de Dios con el Hombre y el pacto del matrimonio. Si observamos en la Escritura, David pacto con Jonathan (1ra Sam. 18:1-4). Se ligó emocionalmente y fue nocivo para David, porque lo desviaba de su perspectiva de Dios y el temor se apoderó de él, lo que le causo dolor (1ra Sam. 20:8). Al igual que David, Samuel fue afectado emocionalmente por Saúl, y lo lloro de gran manera. Su discernimiento fue afectado, no sabía que había un tal David para reinar. Los dones dejan de fluir en nuestra vida cuando nos ligamos a personas.
Tomado de: http://www.renuevodeplenitud.com/ligaduras-emocionales.html#
http://abdielsalas.obolog.es/ligaduras-impiedad-1176707
http://arcadesalvacion2.blogspot.es/1356206054/desatar-las-ligaduras-de-impiedad/
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