Desentierra tu Talento


La palabra talento tiene un doble significado, en primera instancia significaba una moneda griega utilizada en la antigüedad. En la época de Jesús un talento era también cierta cantidad de dinero y forma parte de una de las parábolas más conocidas de los evangelios. Pero según la Real Academia Española “El talento, como aptitud, es la capacidad para desempeñar o ejercer una actividad”. Esta capacidad definitivamente es entregada por Dios. Él permite que cada uno de nosotros tenga ciertas habilidades para determinadas cosas en la vida. Estas habilidades influyen en nuestra personalidad y forma de interactuar con las personas y nuestro entorno.

El profeta Moisés fue un gran líder, sin embargo, necesitó a su hermano Aarón para que fuera su portavoz (Éxodo 4:14–16). Algunos de nosotros somos líderes como Moisés o somos buenos oradores como Aarón; otros podemos cantar o tocar un instrumento muy bien, mientras que hay quienes son muy buenos deportistas o tienen la habilidad de trabajar muy bien con las manos. Otro talento que podemos tener es la habilidad de comprender a los demás, la paciencia, el buen humor o la destreza para enseñar a otras personas.

Se sabe que hay habilidades, son talentos heredados y adquiridos. Por lo tanto, la herencia en primera instancia influye en los talentos que tendremos. No hablaremos de biología, pero científicamente está comprobado que heredamos características de nuestros padres, que a la vez ellos han heredado de sus padres, y así sucesivamente. Como el color de pelo, los ojos, hasta cierta predisposición a desarrollar enfermedades y también habilidades tanto físicas como interpersonales o artísticas y ahí es donde entran los talentos. Pero todas esas habilidades también son influidas por el ambiente en el que crecemos, ya que si existe estimulante para descubrir y desarrollar nuestros talentos, estos alcanzarán el potencial que tienen y, por lo tanto, se manifestarán de mejor manera. 

Tenemos la responsabilidad de desarrollar los talentos que se nos han dado. Aunque algunas veces pensamos que no tenemos muchos talentos o que otras personas han sido bendecidas con más habilidades de las que nosotros poseemos. A veces no utilizamos nuestros talentos por miedo de fracasar o de que puedan criticarnos los demás. Sin embargo, no debemos esconder nuestros talentos; debemos usarlos para que los demás puedan ver nuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre Celestial. (Mateo 5:16)

Algunos talentos pueden ser: 
ARTÍSTICOS: Aquellas creaciones efectuadas por el ser humano que expresan una mirada sensible respecto del mundo; las mismas pueden ser tanto reales como imaginarias. A través de diferentes recursos plásticos, sonoros o lingüísticos, con el arte, se podrán expresar sensaciones, percepciones, emociones, ideas, entre otras alternativas. Aquí entra la danza, la actuación, la música, la literatura, las artes plásticas y todo lo que conlleva al arte.
INTERPERSONALES: Tipos de comunicaciones, relaciones y vínculos que se establecen entre dos o más personas. Tienen facilidad para relacionarse con otros y para establecer vínculos de diversos tipos. Aquí está la habilidad de trabajar en equipo, el liderazgo, el aconsejar, animar y escuchar a otros.
INTELECTUALES: Aquellos individuos que dedican una importante parte de su vida y de su actividad profesional al estudio y a la reflexión crítica de la realidad. Están ligadas todas las ciencias, matemáticas, sociales, naturales, teniendo en cuenta que cada una de ellas es distinta entre sí, y, por lo tanto, las personas que se dedican a ellas también lo son.
FÍSICOS: ¿Has visto a un gran deportista? Si eres bueno para correr, jugar a algún deporte específico,  hacer acrobacias, etc. entonces, estás en este grupo. Estos talentos combinados con el entrenamiento físico pueden desarrollar gran resistencia, coordinación, agilidad, flexibilidad, fuerza, velocidad y relajación.

No te desesperes si a lo mejor no vez en ti el talento que tanto deseaste, Dios puede usarte de la forma que menos pensaste y en el área que no imaginabas.

Y al leer la lista anterior ¿Qué tipo de talento crees que tienes tú?. Recuerda que de todo lo que tengas, aun si consideras que es poco, si lo pones al servicio de Dios, él te multiplicará e irá dando más y más, al igual que la parábola de los talentos, en donde aquel que multiplicó los talentos que se le entregaron, también se le entregó más. Que al final Dios te pueda decir "En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré"

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