Dejad los niños venir a Jesús (Lucas 18:16)

Que hermosos son los niños. Que gran papel se tiene al trabajar con ellos. Hoy en día somos testigos de las influencias negativas a la que somos bombardeados constantemente a través de la televisión, radio, medios de comunicación y en sí una sociedad empobrecida espiritualmente.

Pero que importante es el papel de la iglesia. Así como ellos reciben una influencia negativa sobre su apariencia, identidad, drogas, alcohol, fiestas, bailes y noviazgo, así nosotros como el cuerpo de Cristo debemos aprovechar, una hora, un día, una semana que se tenga para sembrar en cada uno de ellos, la Palabra de Dios.

Para ellos todo es nuevo y están constantemente aprendiendo. Es por ello, que debemos de influirlos hacia Dios y hacía su carácter, lo antes posible.


“Pero Jesús, llamándolos, dijo: Dejad los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios” (Lucas 18:16). Esta Escritura nos señala, que los niños tienen un lugar en el corazón de Dios. Si Jesús reprendió a sus discípulos que impedían que los niños vinieran a él, es porque él siempre vela por ellos y tiene un propósito especial con ellos.

Aunque sea un trabajo como las hormigas, poco a poco, esforzado, perseverante, vale la pena. No dejes de sembrar en ellos, que unos años más adelante te sorprenderán.

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