Manual de Guerra Espiritual (Tema 4: Guerra en el Paraíso)


Tema 4: Enseñanza Bíblica: Guerra en el Paraíso (A.T.)

Versículos centrales: Génesis 1, 2, 3

La enseñanza bíblica sobre la guerra espiritual comienza en el Génesis. La guerra espiritual tiene que ver con el mal y si el mal no existiera tampoco la guerra.

El origen del conflicto no comenzó en la tierra con la caída, se originó tal vez en algún lugar del reino celestial, evidentemente antes de la caída del hombre. Ciertos versículos del Antiguo Testamento (Isaías 14:12-17, Isaías 24:21, Job 4:18 y Ezequiel 28:11-19) sugieren que se produjo una rebelión cósmica contra el gobierno de Dios y hace referencia a seres malignos y sobrenaturales que buscan hacer daño a los hombres y buscan apartarlos de una vida de obediencia a Dios.

Las culturas veterotestamentarias indican que cuando los judíos enseñaban acerca de Génesis, les transmitían a sus hijos que la serpiente era satanás. Se observa que Mesopotamia, Roma y Grecia creían en distintos seres que veneraban como dioses, haciendo alusión a que dichas culturas reconocían la existencia de seres sobrenaturales. Sin embargo, la Biblia dice claramente que el único Dios verdadero es Jehová y no debemos dar honra a otros seres así provengan del cielo ni de la tierra ni debajo de ella (Jeremías 10:10,11). Hay que dejar claro que Dios no creo seres malos (Génesis 1,2), Él hizo todo bueno.

El Nuevo Testamento es mucho más claro y comienza relatando que Jesús fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo (Mateo 4:1). Durante el ministerio de Jesús se observó que él enseñaba, sanaba y echaba fuera demonios.

A estos seres se les llaman ángeles caídos y el relato sugiere que fueron guiados a una rebelión contra el señorío de Dios por un ángel, tal vez poderoso, llamado Lucifer.  

Satanás se enfoca en tres ataques, a) su principal estrategia es engañar, eso lo encontramos en toda la Biblia, el pecado humano siempre tiene un origen doble: una fuente humana a través de decisiones equivocadas y otra sobrenatural, la tentación del diablo b) su principal blanco son los líderes, debido a que estos dominan el curso de las naciones y c) su principal propósito es deshonrar a Dios trayendo vergüenza sobre sus hijos.

Ahora si regresemos al Huerto. Algunas enseñanzas que podemos aprender son: 1) Dios crea al hombre (Génesis 1:26,27): El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, lo cual significa que de alguna forma los hombres y las mujeres se parecen a Dios. Esta imagen divina si lo capacita para que su creador le hable directamente y lo haga representante suyo en la tierra y deba reinar sobre las demás creaturas. Así que no es de extrañar que el enemigo de Dios se convierta en el enemigo del hombre.

2) Se le dice a la primera pareja que fructifiquen, multipliquen y llenen la tierra (Génesis 1:28): Para que satanás logre corromper toda la creación, debe comenzar con aquella pareja.

3) Dios declara que su deleite en el hombre y en toda la creación (Génesis 1:31): Dios contempla su creación no solo como algo bueno, sino como bueno en gran manera, por lo tanto, si satanás es capaz de hacer malo y muy malo a algo que Dios considera bueno le daría una victoria más grande que haber corrompido a una parte de su reino angélico.

Dios se preocupa por el bienestar del hombre, proporcionándole un huerto donde vivir, animales por compañeros y una esposa (Génesis 2).

Murphy señala que la tentación de rebelarse contra el señorío de Dios no surgió en el interior de Eva, ni más tarde en Adán, sino que vino, primero desde afuera, de un ser sobrenatural que estaba dedicado a la maldad y trataba de provocar la rebeldía de la humanidad contra Dios. Thomas, indica complementando que Dios no es el autor del pecado.

Se describe a la serpiente astuta más que todos los animales del campo. Algunos autores sugieren que el diablo pervirtió el don que le había sido dado por Dios a la serpiente, utilizándolo para sus propios engaños. Ese don –la astucia- ha demostrado ser un mal para la humanidad, ya que el hombre la relaciona con malicia y trampa. Otros proponen que la palabra no era astucia sino prudente y la prudencia es un don que se le relaciona con sabiduría, quizás por esto la serpiente tenía buena fama de que sus palabras eran las indicadas. Pero, puede ser que la serpiente no esté diciendo lo que realmente es, no podemos aceptar sus palabras por la apariencia que tienen como le paso a Eva.

La Biblia relata que el diálogo entre la serpiente y Eva comienza “la cual dijo a la mujer…” (Génesis 3:1), algunos autores señalan que la serpiente, como el resto de los animales, no poseía la facultad de hablar cuando fue creada por Dios, sino que hablo únicamente al ser poseída por un espíritu malo, es decir, por el diablo. Otros sugieren que lo que hacía a la serpiente astuta más que el resto de los animales era esa facultad de hablar con sutileza.

Pero quizás nos preguntemos, ¿Por qué no se identificó a satanás como el origen de la tentación en ese momento? Dios no quería que Adán y Eva pudieran culpar al diablo por su rebeldía, ellos debían responsabilizarse de sus decisiones, y más cuando Dios le permitió ser tentados por una creatura inferior a ellos. Ese animal los convenció de quebrantar el mandamiento de Dios cuando se les había dado dominio sobre todas las bestias.

Las acciones de Eva después de conversar con la serpiente fueron “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos y codiciable para alcanzar sabiduría” (Génesis 3:6), como bien hemos descrito, parte de la influencia del mundo (exterior) son los deseos de los ojos y su codicia. El árbol prohibido no era distinto a los demás árboles (Génesis 2:9), ella deseó de su sabiduría y lo tomó y dio también a su marido, así el hombre se le asoció con el pecado de la mujer.

Adán no estaba presente cuando el diablo engaño a Eva, pero Dios le había dado a él los mandamientos (Génesis 2:16,17) quien se lo transmitió a su esposa. Por ello, Dios también lo responsabiliza, por haber escuchado a su esposa y, por lo tanto, a la serpiente. Puesto que Dios lo había colocado sobre toda la creación y habiendo participado en la desobediencia la raza humana, peco en Adán.

Algunas de las consecuencias del pecado de Adán y Eva son la separación de Dios, abandonar el lugar que Dios le había provisto (Huerto), vergüenza, juicio inmediato sobre ellos y se revela la existencia de una guerra espiritual continua entre el hombre y la serpiente

Francis Schaeffer afirma que la batalla se gana o se pierde en la mente, es decir, el pecado comenzó en el mundo del pensamiento y fluyo hacia afuera. Dicho pecado fue cometido, por tanto, en el momento que Eva creyó a satanás en lugar de Dios.

Actividades:

• Como parte de la influencia está en los pensamientos, se recomienda hacer ejercicios diarios de rechazar todo pensamiento contrario a la palabra de Dios. Ejemplo: vienen pensamientos de ansiedad, decir “echo fuera toda ansiedad en el nombre de Jesús” y cada vez que intente venir el mismo pensamiento, repetirlo. Es cuestión de educar los pensamientos a todo lo bueno, honesto, justo y puro (Filipenses 4 v.8)

Referencias:

W. H. Griffith Thomas, citando Image of God in Man, de James Orr, en Genesis: A Devotional Commentary, Eerdmans, Grand Rapids, MI, 1953, p.47

Ed. Murphy. Manual de Guerra Espiritual, Pdf, 1995, p.27, 28, 206, 209, 210

Francis Schaeffer, Genesis in Space in Time, Downers Grove, IL, 1976, p.85


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