Manual de Guerra Espiritual (Tema 7: los 5 frentes de batalla)

 Tema 7: Los 5 frentes de batalla

Versículo central: 2 Corintios 2:11

Para que el enemigo no tome ventaja, un creyente que predica y evangeliza activamente debe estar consciente que está arrancando las almas de las tinieblas para llevarlas al reino de Dios, por tanto, está constantemente en el campo de batalla, solamente que esta lucha no es tan abierta ni evidente, en sí, está en una guerra para salvar a otros. Tomar en consideración aspectos como las emociones, pensamientos, conocimiento, ministerio y obediencia, constituyen frentes de batalla que son atacados.

Para fines del manual, hemos englobado cinco (5) pero pueden encontrarse muchos más.

1)  Carácter y emociones

El carácter se define como el conjunto de rasgos que le permiten actuar a una persona de una determinada forma frente a una situación, aunque es una cualidad que se ve influenciada por la interacción con el entorno, es decir, con la socialización, permite definir autoconceptos, lo que influye en nuestras intenciones y actitudes.

Cuando mencionamos el carácter nos referimos también al control y gestión de emociones frente a influencias psicológicas, sociales y culturales. Parte de nuestras respuestas frente a estas influencias depende del fruto del Espíritu Santo que hayamos cultivado en tiempos de comunión y pureza con Dios, pero, no perdonar una ofensa (Proverbios 17:9), responder con odio (Proverbios 10:12), o manifestar impaciencia (Proverbios 15:18), son una clara evidencia de guerras perdidas en el carácter.

2)  Pensamiento

Hay un libro que recomiendo que se llama El campo de la batalla de la mente de Joyce Meyer, en este material se indican como un pensamiento puede llevarnos a una acción, y la importancia de manejar esos pensamientos diarios y enfocarlos en el modo en que Dios quiere que pensemos en todo lo honesto, todo lo amable, todo lo justo (Filipenses 4:8).

Contrario a lo anterior, hay quienes suponen como el mundo, se entregan a todos los actos indecentes a los que se ven sometidos sus pensamientos, sin miramientos, lo que constituye un entendimiento entenebrecido.

No hay atajos para evitar los pensamientos de derrota, victimismo, pesimista, inmoralidad ni crítica, pero si podemos renovar nuestra mente con el poder de Dios (Romanos 12:2). De hecho, nuestros pensamientos determinan nuestro carácter.

3)  Conocimiento

La ignorancia del pueblo de Dios, los ha llevado a confiar en doctrinas y prácticas sin fundamento bíblico, por eso “el que come biblia no come cuentos”.

Dios anhela que su pueblo tenga comprensión espiritual y pueda discernir los tiempos (Colosenses 1:9), pero muchos se han estado llenando de tanta información irrelevante que, en vez de ayudarlos a crecer, los ha estancado en un pozo cenagoso.

Por ejemplo, el conocimiento en las Escrituras, puede ayudarte a poner límites en cuanto al noviazgo, o el propósito del matrimonio.

4)  Ministerio

El ministerio este compuesto por liderazgo y servicio que realizas para Dios. Cuando pertenecemos a algún ministerio, se debe edificar el cuerpo de Cristo (Efesios 4:12), promover la salvación y restauración de otros (Lucas 4:18), de hecho, hay quienes inician luchas sobre temas específicos, por ejemplo, contra la segregación social como Martin Luther King.

Sin embargo, hay quienes ponen excusas para prestar un servicio a Dios, como la edad, o un título académico, pero tienen tiempo de sobra. La ociosidad permite que el enemigo lance dardos de fuego más frecuentemente con relación a una persona ocupada. (1 Timoteo 5:13-17).

Disciplinarse en un tiempo para la intercesión y oración, permitirá una unción especial que le ayudará con su liderazgo en el ministerio.

5)  Obediencia

La obediencia en congregarnos, leer las escrituras, respetar la autoridad y amar a los que nos defraudan, son ítems que nos benefician en esta vida y en la siguiente (1 Timoteo 4:8).

El enemigo intento usar a Balaam para maldecir a Israel, pero se le interpuso una asna que si fue obediente (Números 22:22).  El diablo y sus demonios intentarán por todos los medios atacarte hasta hacerte desobedecer como Balaam, pero resiste, porque tarde o temprano huira de ti (Santiago 4:7).

Actividades

• Habla con tu grupo que tipo de frentes de batallas se han visto más debilitados.

• Establecer un tiempo de oración para presentar ante Dios cada uno de estas áreas y puedan ser fortalecidas en el nombre de Jesús. 

Referencias

Guerra Espiritual, anónimo, Pdf, p.13-18

Joyce Mayer, El campo de batalla de la mente, Pdf, 1997, p. 1-272

SIM, Manual de formación misionera, Vamos: 18, guerra espiritual, Pdf, p.3


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